martes, 29 de septiembre de 2015

WITHOUT THIMBLE: VESTIDO ELSA FEVER (DISNEY TRIP V)


 ¿A que echabais de menos las princesas? Que sí, que lo se yo... (también estoy un poco harta, lo confieso) Pero no desesperéis, que el vestido de hoy es el más bonito de los que hice, al menos para mí; también es el más laborioso y delicado, que ya os contaré más adelante qué pasó con él...
  Que hicieran el corto Frozen Fever me vino de lujo, porque como ya comenté en el post de los patrones, el vestido azul de Elsa me parece soso a más no poder. Pero este, a pesar de que el corte es el mismo, tiene más color, lo que lo hace al menos más agraciado. Pensé además que siendo el Verano Frozen, lo mismo incluían de algún modo cosas del corto en el parque; se quedó en mi imaginación, porque allí no había ni disfraces del tema (los responsables del merchandising de Disney andan un poco despistados me parece...)


  Lo que más me preocupaba en este vestido era encontrar la tela del verde exacto. Cuando lo diseñé todavía no había visto el corto, y buscando imágenes, me encontré con que el tono del vestido no era siempre el mismo. Por suerte encontré después el avance del corto colgado en Youtube, y ahí sí que sí descubrí cuál era el verde. Pues eso, el color lo tenía claro en la cabeza pero, ¿lo encontraría en la tienda? ¡Pues sí! (para mí que me estaba esperando)
  Todo contenta por el éxito, me puse a mirar el tul y... ¡qué chasco!, lo único que tenían en verde era uno del tipo radioactivo. Nos pusimos a buscar otras alternativas, pero ninguna me encajaba del todo. Total que me fui a casa sin tela para el escote/sobrefalda y sin tener muy claro qué iba a hacer... hasta que ya de madrugada se me encendió la bombilla: me acordé de un tul marfil que tenía por algún sitio, solo quedaba encontrarlo... Colocado sobre la tela del vestido tampoco es que me maravillara, pero daba el pego, así que adjudicado (hay que decir que terminado el vestido, el resultado me encantó).
  Solo quedaba ya elegir los fieltros que sabéis que tengo en casa.

  Bueno, ¡al lío!


  Lo primero, cortamos la falda. No tiene mayor dificultad, salvo que hay que hacer una pestaña para el cierre que irá en la espalda. ¿Podía haberlo hecho en el patrón? sí, con doblarla para cortar las piezas en las que no la necesitaba era suficiente... ¿Por qué no lo hice? ¡se me olvidó! Pero que no pasa nada, se coge una tiza, se dibuja sobre la tela, y seguimos.


  Con las piezas cortadas, las pasamos por la remalladora, que por cierto, tiene una cuchilla maravillosa que como te despistes un poco te cargas algo... 
  Cosemos después las piezas del delantero unas con otras, acordándonos de que tenemos una abertura en un lado (creo que la hice en el lado que no era, jeje). Planchamos bien abriendo costuras y ya está.


  Y ahora lo mismo en la espalda; ojo, el centro espalda no, ya lo haremos más adelante. ¿Qué viene después? ¡Pues coser los costados!


  Volvemos ahora a la raja (como dice la Princesa). Empezamos por el bajo: doblamos derecho con derecho, cosemos y giramos. Pasamos a la abertura en sí: doblamos y planchamos a 1 cm, y pespuntemos todo, bajo y abertura, con el pespunte de adorno.
  ¡Hala, ya está! Reservamos la falda hasta que volvamos a necesitarla.


  Nos ponemos ahora con el escote. Elsa lleva un escote preciosísimo (y poco práctico). Cuando hago vestidos para la Princesa hay un par de cosas básicas a tener en cuenta: que no tenga mangas (va remangada hasta en invierno) y que sea cómodo; así que ahora entenderéis por qué lo hice así.
  El tul salvo que sea de buena calidad pica, es un hecho. ¿Cómo solucionarlo? Poniéndole un forro (ya lo sé, no queda tan bonito, pero si no lo pones, corres el riesgo de que la fiera no quiera ponérselo...) En mi caso, usé uno que tenía por ahí, y del que ya no me queda más (¿dónde lo compré????).
  Corté dos piezas para el delantero y cuatro para la espalda, un juego para el exterior y otro para el interior, porque el tul iba a ir cosido a uno de ellos. Es decir: cogemos el delantero, por ejemplo, sujetamos tul y forro con alfileres, y lo pespunteamos después por todo el contorno; si la costura va a ser de 1 cm, hacerlo más al orillo para que no se vea después la puntada. Ya tenemos los dos tejidos combinados; hacemos ahora lo mismo con la espalda.
  Juntamos derecho con derecho y cosemos hombros primero, y costados después (una vez más remallé algo que no hacía falta, ¡que pena de tía!)


  Cortamos el patrón del segundo escote en la tela verde (probablemente lo hice al mismo tiempo que cortaba la falda, pero contarlo aquí queda mejor). Con un poco de paciencia y bastante maña, cogemos la plancha y marcamos 1 cm en la parte superior del delantero y de las espaldas, porque...


  ...después de haberlo sujetado bien con alfileres, lo cosemos al canto sobre el cuerpo que hemos preparado antes. Mirar bien las fotos, ¿no os chirría algo??? Exacto, me confundí de patrón al cortar, y cogí el de la base en vez del de corte imperio que hice... (¡hay días que es mejor montar un circo!) Pero que no pasa nada, como sobra, se puede cortar; si es que te falta, entonces si que estás metid@ en un buen lío...


  Le cosemos ahora el forro-forro, en el que habremos cosido previamente hombros y costados. Primero el escote, que justo después vaciaremos, giraremos, y al que le daremos una puntada al canto super mona por el interior. Es el turno de las sisas: lo mismo, coser, vaciar y girar; el pespunte al canto no hace falta, pero la plancha sí que sí (a mí tampoco me gusta, pero es lo que hay... algún día os contaré cómo en un examen, la profa de confección me castigó a planchar todo lo que estaban cosiendo mis compañeros). Terminado esto, se pasa el bajo por la remalladora... ¡y adiós al trozo de tela que sobraba!


  Es el turno de cortar la sobrefalda. Se puede hacer un patrón, o cortarlo directamente sobre la tela, que es muy sencillo si seguís los siguientes pasos:
1. Doblamos el tul por la mitad.
2. Volvemos a doblar, juntando extremos (dependiendo del ancho del tejido, nos quedará más o menos sobrante)
3. Marcamos ahora el contorno de la cintura (pico pequeño) y a partir de este, el bajo.
4. Lo cortamos, y tendremos una pieza parecida a esta.
  Ojo, lo que muestra el gráfico es a modo orientativo, no he usado medidas reales, pero creo que os servirá de ayuda... 


  Cogemos la falda, y la cerramos con un alfiler. Colocamos encima la sobrefalda, dejando los extremos en el centro delantero, y allí donde coincida con el cierre de la espalda, le pegamos un corte; aquí irá la abertura para poder cerrar el vestido. Quitamos la sobrefalda, hacemos la abertura más grande (procurad hacer un corte recto) y le cosemos un biés. Le damos una puntada en la parte baja y planchamos bien.


  Ahora ya la cosemos sobre la falda sin más complicación.


  Es el momento de juntar todos los componentes... o sea, el cuerpo con la falda. Los cosemos, remallamos y planchamos después.


  Pespunteamos el centro espalda, entrando un poco por la curva de la solapa. Y cosemos por último el velcro para el cierre, igual que en los otros dos vestidos. ¿Veis qué bien queda la abertura con el biés? Con él hemos evitado una costura muy fea en la espalda.
  Lo que es el vestido base ya lo tenemos, nos toca ponernos con la decoración.


  Para ello, echamos mano de los fieltros, unas lentejuelas super guays que encontré en el chino (primo, no te cabrees) y los dibus de las flores que se ven en la imagen. Pues eso, dibujamos las florecitas sobre el tejido, y las cortamos.


  Se colocan primero las flores rosas sobre la sobrefalda un poco como te parezca que quedan bien, y luego haces lo mismo con las hojas (la idea es que se dé un aire a la capa que lleva Elsa, pero que si quieres que sea una copia exacta, es toda tuya...) Se cosen con muuuuuucha paciencia (y no menos estocadas) y ya está.


  Y por último, la locura de las locuras: poner las lentejuelas. Tardé entre 4 y 5 horas en coserlas todas, mi padre es testigo. Como veis, puse lentejuelas en el escote del delantero, en la espalda, sobre las flores, algunas solitarias por la sobrefalda... todas super bien cosidas, eh, y con hilo de nylon (o pita para pescar de toda la vida), que se las trae... Y aquí fue donde decidí que la confección de vestidos de princesa se había acabado. Y me daba pena, porque el traje de Cenicienta era con falda porque pensaba reutilizarla con un cuerpo que haría para Alicia en el País de la Maravillas, o para el vestido de 'tengo piernas' de La Sirenita... (en contra de lo que pensaba, Disney usa mucho azul en sus princesas; ¿por qué no me gustaban entonces, me pregunto yo, si es mi color? Toda la infancia echada a perder pensando que las princesas vestían de rosa... ¡Pero la única Barbie que tuve la decapité con razón!)


  Y aquí tenéis el vestido terminado. No se aprecia tanto como en persona, pero estaréis de acuerdo conmigo en que quedó muy bonito.

  Y ahora os cuento lo que pasó con él en Eurodisney: el tema de la capa, es super ideal de princesa/reina, y si tienes una criatura de las que no se mueven, estupenda. Pero no es el caso de la Princesa, que no para (ni os cuento la Pirata, o su hermanito, el Bicho...), así que en cuanto se sentó y levantó unas cuantas veces la sobrefalda se rasgó; a pesar de que iba preparada para que algo así ocurriera, reconozco que por un par de segundo sentí ganas de ahogarla... Luego recordé que la quiero un montón, y se me pasó.
  Este fue el único vestido que volvió en mi maleta, porque necesitaba pasar por 'arreglos' urgentemente. Lo colgué en la puerta del taller y luego me fui a Las Landas... y ahí sigue, porque parece que solo lo veo cuando no me puedo poner a coser (todas las mañanas antes de ir a currar, por ejemplo).
  El domingo recibí un videowassap (es muy aficionada a ellos, no sé si es cosa suya o de sus madres) de mi niña recordándome que todavía no le he hecho el vestido. Nada, en cualquier momento me pongo con ello... aunque igual antes termino los dos proyecto de ganchillo ¡que estoy haciendo al mismo tiempo!


  Os dejo el momentazo de la Princesa pisando el suelo a lo Elsa en 'Suéltalo' (también hay una Rapunzel y su mami por ahí atrás; lástima, sin ellas la foto hubiese sido perfecta). La cara de emoción no la vais a ver, se siente, pero os digo yo que ¡estaba para comérsela!

  Hala, voy a ver si cojo el ganchillo.
  ¡Nos vemos pronto!
M..

viernes, 18 de septiembre de 2015

WITHOUT THIMBLE: VESTIDO ANNA (DISNEY TRIP IV)


  Hoy nos toca hablar del traje de la princesa Anna de Arendelle, o sea la de Frozen. La Princesa tiene claro clarísimo que ella es Elsa y yo Anna... pero aun así, me pidió en su día que le hiciera el vestido de esta última; recuerdo que sonreí: tenía pensado hacérselo, ya que tenía todos los materiales necesarios en casa...


  Hagamos recopilación de materiales: el boceto (que no os enseñé cuando hice el patrón pero que existía), los patrones y por último los tejidos:
  La gasa color verde agua (sucia diría yo) para las mangas, era de una falda larga que me hice el verano pasado (o igual el anterior, vete tú a saber).
  La loneta negra para el cuerpo, es una que suelo tener siempre por casa, porque sirve para hacer cualquier cosa; la pega que tiene es que se deshilacha con muuuucha facilidad.
  Los fieltros para los adornos, son otra de esas cosas que también suelo tener; con ellos he hecho desde zapatos de bebé a apliques para capas de superhéroes (me estoy acordando de cuando nos disfrazamos de antihéroes: una era Charlatana (que casi no raja la tía, sabes...), el otro era Jägermeisterman con su poder embriagador (menuda pedrada) y yo era Súper Borde, con el Fuck You como lema; qué bien nos los pasamos...)
  Por último, el terciopelo azul para la falda, del mismo tipo que usé para el corpiño de Ceni, pero que esta vez era lo que me sobró de cuando le hice la capa de la Bestia a mi prima en carnavales.
  Como veis, aprovechamiento total.
 
¿Preparados? Nos ponemos al lío.


  Comenzamos por la falda. Al igual que la de Cenicienta, se corta directamente sobre la tela. No tiene mayor dificultad... salvo que te encuentres con una tara en la tela; por suerte estaba bastante cerca del orillo y pude esquivarla (¡bien!)
  Lo siguiente: remallar. También esta vez remallé la cinturilla y el bajo sin que hiciera falta; me parece que hago las cosas tan mecánicamente que ya ni me doy cuenta. Cosemos por último los dos extremos, juntando derecho con derecho.


  Nos ponemos ahora con la cinturilla. Los pasos a seguir son los mismos, doblar a 3,5 cm, planchar, redoblar a 1 cm y planchar otra vez. Lo pespunteamos todo alrededor sin olvidarnos de dejar la abertura. Cuando ya lo tengamos todo listo, metemos la goma, pero... ¡oh! ¡no es la de agujeros del otro día!
  Esta falda fue la primera que hice, y en ese momento la goma que veis en la imagen era la que tenía. 'Le pongo esta y ya la cambiaré cuando compre la otra' pensé... y en eso se quedó, porque se me olvidó completamente; ¡en fin!

enredadaen.blogspot.com.es/anna

  Hacemos el bajo: lo mismo, marcamos (lo hice más estrecho de lo habitual para compensar lo que reduje por la tara), planchamos, doblamos a 1 cm, planchar otra vez, y pespunte de adorno. ¡Pues hala, ya tenemos la faldita hecha! Solo queda decorarla...


  ...con unas flores. Hasta el momento en el que las necesité no me acordé de ellas, así que me tocó dibujar un patrón en plan rápido; pero bueno, quedó bastante bien... Pues eso, se dibuja en el fieltro (halaaaaa, ¡está hecho con boli!) y se recorta. Se colocan más o menos a la misma distancia los unos de los otros y se cosen (con paciencia... ¡y algún pinchazo!).
  ¡Y ya está! No tiene nada, pero me pareció que quedó preciosa.


  Nos ponemos ahora con el corpiño: lo recortamos en la loneta, dos por prenda salvo la pechera, que solo necesitaremos una; la otra será de forro (¿se podía hacer con la loneta? Claro, ¿por qué no lo hice? ¡Por enredar!)
  Juntamos derecho con derecho, cosemos, le damos la vuelta y cosemos al canto. Puntada alrededor del resto, y ya la tenemos.


  Cogemos ahora la dos espaldas y planchamos el cruce. Las cosemos después por los hombros a los delanteros. Por último cosemos la pechera.


  Toca ahora hacer la manga. Como en el de Cenicienta, corté dos por manga para darle más cuerpo. Siendo el mismo patrón, los pasos a seguir son también los mismos... así que no lo explico, que en las imágenes queda bastante claro. 
  Por cierto, qué bonito queda el remallado en blanco, ¿eh? No cambié el hilo básicamente por pereza, pero parece que al final fue buena idea, porque de haber sido negro, a ver quién ve algo...


    Para el cruce de la espalda, doblamos derecho con derecho, pespunteamos y giramos. Marcamos el resto del escote a 1 cm, planchamos y pespunteamos.


  Nos centramos ahora en la decoración. Este patrón sí que lo tenía preparado... de cuando me disfracé de Anna, de modo que lo único que tuve que hacer fue reducir un poco su tamaño.
  Cortamos cada elemento en el color correspondiente, lo colocamos sobre el delantero, y cuando nos parezca que está bien, lo cosemos (aquí sí que me pinché pero bien...)
  Bueno, pues ya tenía el cuerpo casi hecho... y entonces me pareció que quedaba un poco raruno. Mirándolo y mirándolo al final caí en la cuenta: ¡es demasiado corto! Cogí mi corpiño y comparé el uno con el otro; conclusión: me había olvidado de la 'faldilla'.


  Pero no pasa nada, se coge un trozo de papel y se dibujan en un plis. Es muy sencillo, solo hay que seguir las líneas naturales de costados (bueno, un poco de vuelo le di...), CD y cruce, dándole después el largo que queramos. Cortamos las piezas en el tejido, remallamos costados, cosemos y remallamos el resto.


  Aproveché para colocarle el bies dorado, ya que siendo todavía una pieza independiente sería más sencilla de manipular. Lo cosí a bocadillo, es decir, se dobla, se coloca y se cose todo de una vez (sin alfileres, raro en mí...). Cosemos después la faldilla al cuerpo, planchamos abriendo costuras y lo tenemos casi terminado. 


  Solo los queda coser el velcro, que bueno, está claro cómo se hace.


  ¡Y tenemos el look de Anna terminado!

  Si no recuerdo mal, fue el primero que saqué de la maleta, y mi primi cuando lo vio feliz, porque ahora podía ser la princesa Anna como yo (me parece que la próxima vez que venga a casa me va a tocar disfrazarme...)
  Ya en el parque, descubrimos que habían transformado parte de Frontierland para convertirlo en Arendelle (habían colocado algunos banderines, customizaron las papeleras (me hubiese traído una, ¡cómo molaban!), el uniforme de los currelas era diferente...) Me pareció que era el sitio idóneo para hacer las fotos. Saqué primero las de la modelo; me puse luego con la mochila, que todavía estaba limpia...



  ...y mientras, la Princesa se subió en todas las piedras que encontró. También le dio por bajarse la falda a la cadera, con la barrigota al aire, una preciosidad... Así que cuando volvimos al hotel, saqué el mini costurero, ¡y se la sujeté al corpiño! De foto la cara que puso ella porque ya no podía incordiarme, y la mía, orgullosa de mi victoria. 
  Por supuesto, con el de Cenicienta no tuvo ni oportunidad de intentarlo, porque según terminé con uno, me puse con el otro. Aun así la muy bicho, tiraba un poco a ver si aquello se descosía... ¡Menuda elementa está hecha!

M..

sábado, 12 de septiembre de 2015

WITHOUT THIMBLE: VESTIDO CENICIENTA (DISNEY TRIP III)


  ¿Cómo? ¿Cenicienta? ¡Pero si los patrones que hice eran de Elsa y Anna! Ya, pero es que no necesitaba más para hacer los otros vestidos. Y es que tampoco hay que volverse loco, combinando detalles y sí, haciendo algún patrón adicional cuando se necesite, se pueden conseguir cosas preciosas partiendo de la misma base. Como en este caso.


  El patrón que usé para Cenicienta era el del corpiño de Anna. La única diferencia entre uno y otro  son los tejidos, obviamente. 
  Prácticamente en todos los vestidos/disfraces que le he hecho a la Princesa he usado retales que tenía por casa, y esta vez no iba a ser diferente. De hecho, el terciopelo era un trocito que me quedaba de un concurso de diseño de moda al que me presenté (¿quién ganó dicho concurso el año siguiente???). También la viscosa blanca era un retal, pero este no recuerdo de qué era... Y luego está la sábana (sí, sí, he dicho sábana) azul, que sí que compré. A ver, puede parecer raro optar por este tipo de algodón para confeccionar algo que no sea ropa de cama, lo sé, pero es que suelen ser mucho más anchas (ahora no recuerdo cual es el ancho, pero poco les falta para llegar a los tres metros), así que imaginaos la de cosas que se pueden hacer con un simple metro; además que el precio está muy bien. Solo hay que preocuparse de encontrar uno de buena calidad y elegir el color, ¡que cada vez hay más variedad!


  Bueno pues, nos ponemos con la falda primero, que es lo más sencillo. ¿Recordáis que comenté que la falda de Anna la cortaría directamente sobre la tela? Pues eso mismo hice para la de Cenicienta: marcamos el largo que nos interesa (no olvidéis añadir los centímetros necesarios para la cintura y el bajo, que si no parecerá que vuestra princesa va a pescar...) y le damos un corte con la tijera. A continuación cogemos un extremo con cada mano y... ¡rasgamos! Sin miedo, hasta el final (ojo, que esto no vale para todos los tejidos... Fijaos en cómo lo cortan en la tienda, os dará una pista de con cual se puede).


  Una vez cortada, veis en la foto que la remallé; la verdad es que no sé por qué lo hice, no hacía falta (a saber en qué estaría pensando...). Cosemos los extremos al ancho que queráis, por tela será, manteniendo el orillo propio del tejido.


  Nos centramos ahora en el bajo: marcamos 3 cm, lo planchamos, redoblamos y volvemos a planchar. Nos vamos a la máquina donde lo cosemos; la puntada que utilicéis es cosa vuestra. Cuando cosemos costados, hombros y demás parafernalia, la costura es obligatoriamente recta. Si estamos haciendo un bajo, por ejemplo, podemos permitirnos hacer una costura más de tipo adorno, como la que veis en la imagen (ya os daréis cuenta de que me he aficionado bastante a ella).


  Toca ahora hacer la cinturilla. El ancho de la goma os dirá qué margen debéis tener en cuenta para la cinturilla. En este caso, siendo una goma de 2 cm, conté 2,5 cm, a los que añadí después 1 cm. Pues eso, doblamos a 3,5 cm, planchamos, doblamos a 1 cm esta vez, y volvemos a planchar. Solo nos queda ya coserla al canto, sin olvidar que hay que dejar una pequeña abertura para introducir la goma (si no, toca descoser).


  Si estáis cosiendo algo para niños, la mejor goma que podéis usar es esta de agujeros, porque os permite dar más o menos contorno según lo necesitéis. En mi caso además, la Princesa no sabía nada de la que estaba organizando, así que aunque tenía la medida de su cintura, cosas como el peso del tejido hace que esta tenga que ser disminuida, ¿pero cuanto? ¡Se usa una goma de estas y se acabó el rollo!
  Coser un botón (ojo con el tamaño) en uno de los extremos y con la ayuda de un pasacintas, cogemos el otro extremo y lo introducimos en la cinturilla (agarrad la parte del botón a la falda con un alfiler, que luego hay sorpresas... ¡malas!).


  Cuanto más tela hay, más fruncida queda la cinturilla, y por tanto más volumen da a la falda (en todos los sentidos). Pero queda tan mona para una niña... (esto en versión adulta se traduce en 'parezco una mesa camilla').
  Bueno, pues ya está, tenemos la falda terminada. Nos dedicamos ahora a la parte superior.


  Lo primero, la sobrefalda tan característica de Cenicienta (el otro día vi la versión de este año y resulta que no la lleva; pero no os preocupéis, ¡que la prota es igual de pava!) (Por cierto, que no sé qué me pasa con su vestido, pero no me convence nada... aunque la peli me gustó; jeje, Cate Blanchett es mala malísima, y me encanta la casa de Ceni; si yo fuera rica...)
  ¡A ver, que me pierdo!
  Como se ve en la imagen, hice un patrón para la sobrefalda. Es sencillo: se dibuja un rectángulo con   la medida del ancho del delantero más el frunce que le queremos dar, y redondeamos después uno de los ángulos; el otro lado hará de lomo o doblez.
  Una vez lo tenemos cortado en el tejido (2 por prenda), remallamos el bajo, lo doblamos a 1 cm, lo planchamos y lo cosemos (el pespunte de adorno otra vez).


  Nos ponemos ahora con la manga. La corté cuatro veces para tener dos por manga y darle así más cuerpo. Cosemos el bajo, le damos la vuelta y le damos un pespunte al canto. Planchamos y cosemos la corona; así será más sencillo coserla después al cuerpo.


  Y ahora el corpiño. Doblamos la tela, sujetamos los patrones y cortamos delantero, espalda y pechera. Con un trozo de tela que tengamos por ahí perdido (que vaya a tono, por favor, ¡no elijáis un fucsia!), cortamos un forro para la pechera...


  ...que será lo primero que hagamos. Reconozco que llegado a este punto estaba un poco perdida, porque no sabía qué era lo que iba a hacer con ella. Pensé en combinar el terciopelo con un encaje blanco, pero quedaba feo no, lo siguiente. Probé con otras telas, pero nada me convencía, así que al final me decidí por un simple lazo blanco... Pero antes de esto, hay otras cosas que hacer: juntamos derecho con derecho por la parte del escote, lo cosemos, giramos y le damos un pespunte al canto. Cosemos después los laterales y el bajo. Colocamos ahora el adorno: en mi caso, unos lazos cruzados que sujeté con unas puntadas donde se necesitaban. La impresión fue que estaba un poco soso, pero bueno, ya lo arreglaría después... 


  Cosemos ahora los costadillos a la pechera y seguidamente los remallamos. Planchamos bien...


  ...y pasamos a la espalda, donde marcamos el cruce y lo planchamos también; no olvidéis remallarlo, que bueno, esta tela en sí no se deshilacha, pero queda más limpio.
  Cosemos los hombros, los remallamos y planchamos otra vez.


  Es el turno de coser las mangas. Como veis van fruncidas en la corona: podéis hacerlo directamente con la máquina (vivan los kamikazes) o sujetarla con alfileres y coserla después, como gustéis.


  Cosemos los costados, remallamos y planchamos (es repetitivo, lo sé, pero es lo que hay...)


  Y seguimos con el escote. Lo que es el cruce, doblamos de forma que derecho con derecho se junten, le damos una puntada a 1 cm y lo giramos. Doblamos ahora todo el escote a 1 cm y lo pespunteamos (si lo tenéis planchado antes mucho mejor). ¡Venga, que esto ya tiene forma de algo!


  Colocamos ahora este zigzag plateado que lo ornamentará un poco más; se puede hacer siguiendo las ondas o... en línea recta, que es lo que hago yo ¡porque la otra forma es un coñazo!


  ¿Os acordais de la sobrefalda de antes? Pues podemos coserla ya al bajo del cuerpo. Ya sabéis, sujetarlo a los extremos con alfileres, fijar después los centros... y seguir así hasta que esté todo fruncido. Terminamos con una costura y remallado.
  Y justo después de hacer esto, me di cuenta de que me había olvidado de la entretela. Este terciopelo es muy mono, muy fácil de coser... ¡y de punto! Así que se da de sí, sobre todo si estás frunciendo. Se puede descoser todo...


  ...o se puede echar mano de una cinta de algodón, que fue lo que hice. Cortamos la medida real de la prenda, adaptamos después el bajo a esta y cosemos (resulta que solo se había dado un poco de sí, no tanto como pensaba; ¡signo de la victoria!). Una vez más echamos mano de la puntada de adorno y cosemos cargando la costura hacia arriba, o sea, por la parte del terciopelo.


  ¡Bien estamos ya en el último paso!
  El velcro: cortamos la medida que necesitamos, lo colocamos sobre la prenda, macho (el de los pinchos) abajo y hembra (pelusa) arriba (seguimos hablando de costura), y lo cosemos primero al canto, y por el centro después (manía mía).


  Y por fin, tenemos el look Cenicienta terminado. ¿Os gusta?
  Lo sé, es bonito, pero un poco soso... Seguí probando con cosas: algún botón en la pechera, algún lacito... pero nada, que no veía la solución por ningún lado (cuando tengáis un momento de estos, lo mejor es dejarlo tal cual, que luego vienen las catástrofes).


  Y aquí tenemos a la Princesa luciendo vestido.
  Cuando en el hotel de Eurodisney se lo enseñé, igual no fue el que más le gustó (la falda salió hecha una verdadera pasa), pero con el uso, creo que se convirtió en su favorito, porque la falda larga y con volumen, le permitía dar vueltas y vueltas como las princesas Disney cuando bailan...
  En cuanto a lo de que se veía soso, ella misma encontró la manera de mejorarlo: estando ya en el parque, se compró unos guantes largos y un bolsito de Cenicienta, complementando así el look; ¡no sabe nada la brujilla!

  Bueno, ya tenemos uno de los trajes, pronto más...

¡Nos vemos!
M..

P.d.: por cierto que, en algún momento ya os contaré por qué hice un cuerpo y una falda, y no un vestido completo.