martes, 29 de septiembre de 2015

WITHOUT THIMBLE: VESTIDO ELSA FEVER (DISNEY TRIP V)


 ¿A que echabais de menos las princesas? Que sí, que lo se yo... (también estoy un poco harta, lo confieso) Pero no desesperéis, que el vestido de hoy es el más bonito de los que hice, al menos para mí; también es el más laborioso y delicado, que ya os contaré más adelante qué pasó con él...
  Que hicieran el corto Frozen Fever me vino de lujo, porque como ya comenté en el post de los patrones, el vestido azul de Elsa me parece soso a más no poder. Pero este, a pesar de que el corte es el mismo, tiene más color, lo que lo hace al menos más agraciado. Pensé además que siendo el Verano Frozen, lo mismo incluían de algún modo cosas del corto en el parque; se quedó en mi imaginación, porque allí no había ni disfraces del tema (los responsables del merchandising de Disney andan un poco despistados me parece...)


  Lo que más me preocupaba en este vestido era encontrar la tela del verde exacto. Cuando lo diseñé todavía no había visto el corto, y buscando imágenes, me encontré con que el tono del vestido no era siempre el mismo. Por suerte encontré después el avance del corto colgado en Youtube, y ahí sí que sí descubrí cuál era el verde. Pues eso, el color lo tenía claro en la cabeza pero, ¿lo encontraría en la tienda? ¡Pues sí! (para mí que me estaba esperando)
  Todo contenta por el éxito, me puse a mirar el tul y... ¡qué chasco!, lo único que tenían en verde era uno del tipo radioactivo. Nos pusimos a buscar otras alternativas, pero ninguna me encajaba del todo. Total que me fui a casa sin tela para el escote/sobrefalda y sin tener muy claro qué iba a hacer... hasta que ya de madrugada se me encendió la bombilla: me acordé de un tul marfil que tenía por algún sitio, solo quedaba encontrarlo... Colocado sobre la tela del vestido tampoco es que me maravillara, pero daba el pego, así que adjudicado (hay que decir que terminado el vestido, el resultado me encantó).
  Solo quedaba ya elegir los fieltros que sabéis que tengo en casa.

  Bueno, ¡al lío!


  Lo primero, cortamos la falda. No tiene mayor dificultad, salvo que hay que hacer una pestaña para el cierre que irá en la espalda. ¿Podía haberlo hecho en el patrón? sí, con doblarla para cortar las piezas en las que no la necesitaba era suficiente... ¿Por qué no lo hice? ¡se me olvidó! Pero que no pasa nada, se coge una tiza, se dibuja sobre la tela, y seguimos.


  Con las piezas cortadas, las pasamos por la remalladora, que por cierto, tiene una cuchilla maravillosa que como te despistes un poco te cargas algo... 
  Cosemos después las piezas del delantero unas con otras, acordándonos de que tenemos una abertura en un lado (creo que la hice en el lado que no era, jeje). Planchamos bien abriendo costuras y ya está.


  Y ahora lo mismo en la espalda; ojo, el centro espalda no, ya lo haremos más adelante. ¿Qué viene después? ¡Pues coser los costados!


  Volvemos ahora a la raja (como dice la Princesa). Empezamos por el bajo: doblamos derecho con derecho, cosemos y giramos. Pasamos a la abertura en sí: doblamos y planchamos a 1 cm, y pespuntemos todo, bajo y abertura, con el pespunte de adorno.
  ¡Hala, ya está! Reservamos la falda hasta que volvamos a necesitarla.


  Nos ponemos ahora con el escote. Elsa lleva un escote preciosísimo (y poco práctico). Cuando hago vestidos para la Princesa hay un par de cosas básicas a tener en cuenta: que no tenga mangas (va remangada hasta en invierno) y que sea cómodo; así que ahora entenderéis por qué lo hice así.
  El tul salvo que sea de buena calidad pica, es un hecho. ¿Cómo solucionarlo? Poniéndole un forro (ya lo sé, no queda tan bonito, pero si no lo pones, corres el riesgo de que la fiera no quiera ponérselo...) En mi caso, usé uno que tenía por ahí, y del que ya no me queda más (¿dónde lo compré????).
  Corté dos piezas para el delantero y cuatro para la espalda, un juego para el exterior y otro para el interior, porque el tul iba a ir cosido a uno de ellos. Es decir: cogemos el delantero, por ejemplo, sujetamos tul y forro con alfileres, y lo pespunteamos después por todo el contorno; si la costura va a ser de 1 cm, hacerlo más al orillo para que no se vea después la puntada. Ya tenemos los dos tejidos combinados; hacemos ahora lo mismo con la espalda.
  Juntamos derecho con derecho y cosemos hombros primero, y costados después (una vez más remallé algo que no hacía falta, ¡que pena de tía!)


  Cortamos el patrón del segundo escote en la tela verde (probablemente lo hice al mismo tiempo que cortaba la falda, pero contarlo aquí queda mejor). Con un poco de paciencia y bastante maña, cogemos la plancha y marcamos 1 cm en la parte superior del delantero y de las espaldas, porque...


  ...después de haberlo sujetado bien con alfileres, lo cosemos al canto sobre el cuerpo que hemos preparado antes. Mirar bien las fotos, ¿no os chirría algo??? Exacto, me confundí de patrón al cortar, y cogí el de la base en vez del de corte imperio que hice... (¡hay días que es mejor montar un circo!) Pero que no pasa nada, como sobra, se puede cortar; si es que te falta, entonces si que estás metid@ en un buen lío...


  Le cosemos ahora el forro-forro, en el que habremos cosido previamente hombros y costados. Primero el escote, que justo después vaciaremos, giraremos, y al que le daremos una puntada al canto super mona por el interior. Es el turno de las sisas: lo mismo, coser, vaciar y girar; el pespunte al canto no hace falta, pero la plancha sí que sí (a mí tampoco me gusta, pero es lo que hay... algún día os contaré cómo en un examen, la profa de confección me castigó a planchar todo lo que estaban cosiendo mis compañeros). Terminado esto, se pasa el bajo por la remalladora... ¡y adiós al trozo de tela que sobraba!


  Es el turno de cortar la sobrefalda. Se puede hacer un patrón, o cortarlo directamente sobre la tela, que es muy sencillo si seguís los siguientes pasos:
1. Doblamos el tul por la mitad.
2. Volvemos a doblar, juntando extremos (dependiendo del ancho del tejido, nos quedará más o menos sobrante)
3. Marcamos ahora el contorno de la cintura (pico pequeño) y a partir de este, el bajo.
4. Lo cortamos, y tendremos una pieza parecida a esta.
  Ojo, lo que muestra el gráfico es a modo orientativo, no he usado medidas reales, pero creo que os servirá de ayuda... 


  Cogemos la falda, y la cerramos con un alfiler. Colocamos encima la sobrefalda, dejando los extremos en el centro delantero, y allí donde coincida con el cierre de la espalda, le pegamos un corte; aquí irá la abertura para poder cerrar el vestido. Quitamos la sobrefalda, hacemos la abertura más grande (procurad hacer un corte recto) y le cosemos un biés. Le damos una puntada en la parte baja y planchamos bien.


  Ahora ya la cosemos sobre la falda sin más complicación.


  Es el momento de juntar todos los componentes... o sea, el cuerpo con la falda. Los cosemos, remallamos y planchamos después.


  Pespunteamos el centro espalda, entrando un poco por la curva de la solapa. Y cosemos por último el velcro para el cierre, igual que en los otros dos vestidos. ¿Veis qué bien queda la abertura con el biés? Con él hemos evitado una costura muy fea en la espalda.
  Lo que es el vestido base ya lo tenemos, nos toca ponernos con la decoración.


  Para ello, echamos mano de los fieltros, unas lentejuelas super guays que encontré en el chino (primo, no te cabrees) y los dibus de las flores que se ven en la imagen. Pues eso, dibujamos las florecitas sobre el tejido, y las cortamos.


  Se colocan primero las flores rosas sobre la sobrefalda un poco como te parezca que quedan bien, y luego haces lo mismo con las hojas (la idea es que se dé un aire a la capa que lleva Elsa, pero que si quieres que sea una copia exacta, es toda tuya...) Se cosen con muuuuuucha paciencia (y no menos estocadas) y ya está.


  Y por último, la locura de las locuras: poner las lentejuelas. Tardé entre 4 y 5 horas en coserlas todas, mi padre es testigo. Como veis, puse lentejuelas en el escote del delantero, en la espalda, sobre las flores, algunas solitarias por la sobrefalda... todas super bien cosidas, eh, y con hilo de nylon (o pita para pescar de toda la vida), que se las trae... Y aquí fue donde decidí que la confección de vestidos de princesa se había acabado. Y me daba pena, porque el traje de Cenicienta era con falda porque pensaba reutilizarla con un cuerpo que haría para Alicia en el País de la Maravillas, o para el vestido de 'tengo piernas' de La Sirenita... (en contra de lo que pensaba, Disney usa mucho azul en sus princesas; ¿por qué no me gustaban entonces, me pregunto yo, si es mi color? Toda la infancia echada a perder pensando que las princesas vestían de rosa... ¡Pero la única Barbie que tuve la decapité con razón!)


  Y aquí tenéis el vestido terminado. No se aprecia tanto como en persona, pero estaréis de acuerdo conmigo en que quedó muy bonito.

  Y ahora os cuento lo que pasó con él en Eurodisney: el tema de la capa, es super ideal de princesa/reina, y si tienes una criatura de las que no se mueven, estupenda. Pero no es el caso de la Princesa, que no para (ni os cuento la Pirata, o su hermanito, el Bicho...), así que en cuanto se sentó y levantó unas cuantas veces la sobrefalda se rasgó; a pesar de que iba preparada para que algo así ocurriera, reconozco que por un par de segundo sentí ganas de ahogarla... Luego recordé que la quiero un montón, y se me pasó.
  Este fue el único vestido que volvió en mi maleta, porque necesitaba pasar por 'arreglos' urgentemente. Lo colgué en la puerta del taller y luego me fui a Las Landas... y ahí sigue, porque parece que solo lo veo cuando no me puedo poner a coser (todas las mañanas antes de ir a currar, por ejemplo).
  El domingo recibí un videowassap (es muy aficionada a ellos, no sé si es cosa suya o de sus madres) de mi niña recordándome que todavía no le he hecho el vestido. Nada, en cualquier momento me pongo con ello... aunque igual antes termino los dos proyecto de ganchillo ¡que estoy haciendo al mismo tiempo!


  Os dejo el momentazo de la Princesa pisando el suelo a lo Elsa en 'Suéltalo' (también hay una Rapunzel y su mami por ahí atrás; lástima, sin ellas la foto hubiese sido perfecta). La cara de emoción no la vais a ver, se siente, pero os digo yo que ¡estaba para comérsela!

  Hala, voy a ver si cojo el ganchillo.
  ¡Nos vemos pronto!
M..

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